Crisis energética: qué es, causas, consecuencias y soluciones

En el planeta existe una crisis energética por el excesivo uso de combustibles fósiles: la utilización de la energía por parte de la industria como el carbón, el petróleo o el gas natural para generación de calor y el petróleo para el combustible.

La crisis actual

La combustión de los fósiles genera emisiones de gases que perjudican al planeta: dióxido de carbono, monóxido de carbono, entre otros, y que contribuyen a generar y potenciar el efecto invernadero. Además, estos generan la lluvia ácida, la contaminación del aire, la contaminación del suelo y la contaminación del agua.

Los efectos contaminantes no solo están vinculados a su combustión sino también al transporte, como el derrame de petróleo. Según Greenpeace, alrededor de 3 mil 800 millones de litros entran cada año a los océanos por errores en el manejo de este producto. De estos, sólo 8% se debe a fuentes naturales; por lo menos 22% a descargas operacionales intencionales de los barcos, 12% por derrames de buques y otro 36% por las descargas de aguas residuales. A su vez, más del 80% de las personas que viven en zonas urbanas están expuestas a niveles de contaminación del aire que exceden los límites que la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece como perjudiciales.

Causas y consecuencias de la crisis energética

Gran parte de la crisis energética se debe a que la electricidad en el mundo se genera con carbón. Uno de los países que más lo utiliza es China, al que se le señala de dañar al Planeta por su aportación de contaminantes a la atmósfera, ya que construye una carboeléctrica por semana y ha manifestado fabricar gasolina a partir del carbón.

Al utilizar los recursos fósiles, dañamos la atmósfera que es la capa más alejada del entorno de vida de la Tierra. Ésta es una mezcla de gases que rodea al planeta y contiene una capa muy fina de ozono que protege los ecosistemas contra la nociva radiación ultravioleta procedente del Sol. Esto se produce por la utilización de los recursos fósiles que provocan una gran emisión de calor que llamamos gases de invernadero, lo que a su vez provoca el calentamiento global.

Según un artículo publicado en junio de 2016 por el diario El Mundo, el último informe sobre calidad de aire urbano indica un número preocupante para el planeta Tierra. El 98% de las ciudades en los países con pocos o medianos ingresos y con más de 100.000 habitantes no cumplen con las directrices de calidad del aire de la OMS. Porcentaje que es considerablemente más bajo en países de altos ingresos, donde el porcentaje se reduce al 56%. La contaminación del aire es el mayor riesgo ambiental para la salud, causando más de 3 millones de muertes prematuras en todo el mundo cada año. Además, los glaciares se derriten, el nivel del mar aumenta, las selvas con la fauna y la flora se secan y agotan.

Otro de los grandes problemas de utilizar los combustibles fósiles es la aparición de la lluvia ácida, que se refiere a cualquier forma de precipitación, sea húmeda (como lluvia, nieve o niebla) o seca (polvo o humo). Estos contienen niveles más altos de los normales en ácidos sulfúrico y nítrico y pueden provocar lesiones, un crecimiento más lento en los bosques e incluso muerte de los árboles. Además, la lluvia ácida degrada el suelo y, por supuesto, esto afecta a los árboles y plantas en esas zonas. Además, los efectos se combinan con otros factores ambientales como la sequía o la contaminación.

La crisis energética produce cambios en las condiciones atmosféricas que tienen un efecto más que evidente en las corrientes oceánicas, con aumentos en el nivel del mar y tormentas más poderosas en los mares. Esto produce un efecto en los vientos que tendrá a su vez su efecto en las cosechas y la producción de la zona. El deshielo es otro de los fenómenos por el cual las capas de hielo empiezan a perder densidad y volumen por el aumento de las temperaturas en el área. Este fenómeno se ha estado presentando con frecuencia en los últimos años, en las zonas más gélidas del mundo.

Con el actual modelo, la crisis energética es insostenible: la sustitución del petróleo es muy problemática, ya que con él se consiguen combustibles líquidos de los que depende más del 90% del transporte. Con este panorama, la biosfera terrestre solo recibe daños causados por el hombre y sus alternativas erradas, por ejemplo, la energía nuclear. Ésta solo empeora la situación, además que solo puede cubrir una pequeña fracción de la demanda eléctrica y deja gran contaminación al utilizar uranio y plutonio, sustancias altamente peligrosas para la humanidad.

Otra solución a medias es la energía solar termoeléctrica que agrupa un conjunto de nuevas tecnologías cuya finalidad es la concentración de la energía proveniente del Sol, con el fin de alcanzar medias y altas temperaturas que permitan la generación de energía eléctrica. Esta generación se realizaría inyectando el vapor generado a alta presión a la turbina que se encarga de accionar el correspondiente generador eléctrico.

En un artículo publicado en junio de 2012, Margarita Mediavilla menciona que ni los biocombustibles ni los vehículos eléctricos ofrecen en la actualidad soluciones satisfactorias para sustituir al petróleo. En el presente, se puede pensar en una movilidad sostenible basada en una flota moderada de pequeños vehículos eléctricos, los biocombustibles no pueden ser sino una solución para usos muy limitados. Es preciso cuestionarse si hay otras alternativas mejores que las mencionadas antes, de momento, son las únicas alternativas para hacer frente a la crisis energética.

Soluciones a la crisis energética

El uso de combustibles calientes, como hemos mencionado antes, genera emisiones de gases de efecto invernadero y de lluvia ácida a la atmósfera, junto a partículas volantes que pueden contener metales pesados. Además, al ser los combustibles fósiles una fuente de energía finita, su uso está limitado a la duración de las reservas.

A continuación, daremos alternativas a la problemática de la crisis energética:

1) Biocombustibles

Son combustibles de origen biológico obtenidos de manera renovable a partir de restos orgánicos. Contienen componentes derivados de la biomasa, es decir, organismos recientemente vivos o sus desechos metabólicos, por ejemplo, azúcar, trigo, maíz o semillas oleaginosas.

Con los biocombustibles se reduce el volumen total de CO2 que se emite en la atmósfera, ya que lo absorben a medida que crecen y emiten prácticamente la misma cantidad que los combustibles convencionales cuando se queman. A su vez, se produce un proceso de ciclo cerrado y son mezclados con otros combustibles en pequeñas proporciones, 5 o 10%, proporcionando una reducción útil pero limitada de gases de efecto invernadero

2) Los híbridos

Un híbrido combina dos motorizaciones: un motor de combustión interna y otro eléctrico alimentado por baterías adicionales a la principal. Son una realidad desde hace muchos años y poco a poco empiezan a hacerse populares por la crisis energética, alza de combustibles, abaratamiento de la tecnología y concienciación ambiental.

El híbrido frente a otros sistemas de propulsión alternativa tiene la ventaja de que funciona con combustibles que se encuentran en cualquier estación de servicio. Además, no requieren un mantenimiento especial, el sistema híbrido dura lo mismo o más que el coche común. Lo bueno es que la garantía del motor eléctrico y sus baterías es muy superior al del motor térmico y de transmisión.

La parte negativa es que los híbridos en sus baterías tienen un alto impacto ambiental si no se reciclan de forma adecuada, y que están amenazados por los vehículos de combustibles alternativos, más simples mecánica y tecnológicamente. Son más caros que un modelo equivalente, aunque rentables y beneficiosos para combatir la crisis energética.

3) Energía hidroeléctrica

La energía hidroeléctrica es generada por el movimiento de las corrientes de agua, como la lluvia o el agua de deshielo provenientes normalmente de colinas y montañas, que crean arroyos y ríos que desembocan en el océano.

Además, la energía hidroeléctrica proporciona casi un quinto de la electricidad de todo el mundo, debido a que genera electricidad de forma barata comparándolas con las energías de la actualidad. Esta fuente de energía es limpia y se renueva cada año a través del deshielo, las precipitaciones y es una gran forma de enfrentar a la crisis energética.

Sin embargo, la construcción de presas en los ríos puede destruir o afectar a la flora y la fauna y otros recursos naturales. La presencia de las presas hidroeléctricas cambia los patrones migratorios y perjudica a las poblaciones de peces. A su vez,  también pueden provocar la disminución de los niveles de oxígeno disuelto en el agua, lo que resulta dañino para los hábitats fluviales.

4) Energía solar fotovoltaica

La energía solar fotovoltaica se genera a partir de la transformación directa de la radiación solar en electricidad. Esta transformación se produce en unos dispositivos denominados paneles fotovoltaicos. En estos la radiación solar excita los electrones de un dispositivo semiconductor generando una pequeña diferencia de potencial.

Una de las principales virtudes de la tecnología fotovoltaica es su aspecto modular, pudiéndose construir desde enormes plantas fotovoltaicas en suelo hasta pequeños paneles para tejados.
Sin embargo, el funcionamiento de las células solares depende de la radiación que llegue. Si es baja, no será absorbida dentro del panel solar. Si, al contrario, llega demasiada energía, las células fotoeléctricas rechazan el exceso de energía en forma de calor.

Depende de nosotros

Si La crisis energética no es tratada como corresponde, con seriedad y compromiso social, provoca y provocará graves consecuencias al medio ambiente: padeciendo huracanes, tornados, graves sequías, fuertes lluvias y crudos inviernos. Depende de nosotros, con pequeñas acciones como usar energías renovables o un auto eléctrico, poner nuestro granito de arena para mejorar el planeta. Entonces, debemos elegir en qué tipo de planeta queremos vivir: en uno limpio con energías renovables y sin contaminación o en el actual planeta en donde estamos en una situación crítica.

Emiliano Javier Vazquez
Emiliano Javier Vazquez
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5 comentarios

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  1. Excelente me encanta este tema pero no lo malo sino lo bueno que podemos hacer por nuestro planeta Tierra, de cuidarlo y lo más importante, amarlo ya que el pasa por sumos efectos que causan nuestro propio daño,aprendí con esta página que el planeta es más que nuestro hogar es nuestra forma de vivir….

  2. Todo esto de tema de la contaminación y la causa .es un viejo tema que de viejo se deshace y muere en lamentos y agonias…toso es markerhing y bla.bla..los nuevos predicadores..mucho hablar y poco hacer …la mayoría ni se inmuta…me parece muy bien concienciar pero es urgente remediar y cortar por lo sano..las burocracias son lentas e ineficaces..como he dicho mucho bla bla…cuando quieren ser radicales si que actúan rápido..bla,bla,bla…lástima…