Comisión Europea investiga subsidios excesivos en la producción de paneles solares chinos
La Comisión Europea ha lanzado dos investigaciones dirigidas a fabricantes chinos de paneles solares, sospechosos de beneficiarse de subsidios estatales que distorsionan la competencia y les otorgan una ventaja injusta en el mercado.
Una de estas investigaciones se centra en un proyecto en Rumania para establecer un parque fotovoltaico de 110 megavatios, parcialmente financiado por fondos de la Unión Europea.
La preocupación principal radica en el posible respaldo excesivo de subsidios a dos empresas chinas que presentaron ofertas para participar en la construcción del parque. La primera de estas compañías es LONGi Solar Technologie GmbH, una subsidiaria recién creada de LONGi Green Energy Technology, un importante proveedor de módulos solares.
La segunda es un consorcio controlado por Shanghai Electric Group, una empresa estatal china con intereses en energía eólica, solar e hidrógeno.
La Comisión considera que Shanghai Electric Group está en última instancia bajo la autoridad del Gobierno Popular Central de China. Sin embargo, no se ha revelado la cantidad exacta de subsidios bajo investigación.
La Comisión tiene un plazo de 110 días hábiles para tomar una decisión final, que podría incluir la prohibición de otorgar el contrato en cuestión.
Estas investigaciones son posibles gracias al Reglamento de Subsidios Extranjeros, que se aplica a empresas que reciben al menos 4 millones de euros en subsidios de gobiernos no pertenecientes a la UE y participan en licitaciones públicas que superan los 250 millones de euros.
Esta medida se enmarca en un esfuerzo más amplio por garantizar la competencia justa dentro del bloque de la Unión Europea y evitar que los gobiernos extranjeros distorsionen el mercado.
Existe una creciente preocupación en Occidente sobre el impacto de los generosos subsidios estatales chinos en sectores clave, como la producción de energía limpia, energía solar y la fabricación de productos para la transición verde.
Las preocupaciones sobre la competencia justa y la preservación de la industria europea son fundamentales para estas investigaciones. La industria solar europea ha expresado su temor a una «amenaza existencial» si no se toman medidas rápidas para abordar estas prácticas desleales.
