¿Y si enviamos nuestra basura al sol?

A menudo la humanidad ha intentado plantear soluciones creativas para problemas desastrosos. Sin embargo, eficiencia y creatividad no siempre van de la mano. La contaminación causada por la manejo de residuos en el mundo es uno de esos temas silenciados frecuentemente, un tema descuidado y mal manejado por las grandes corporaciones que operan con químicos, materiales tóxicos, residuos electrónicos y demás desechos industriales no biodegradables, principales agentes contaminantes del planeta. Además, a esto se le suma la basura que genera la población mundial.

El mundo está lleno de toneladas de basura, pero no es tan fácil para la naturaleza deshacerse de ella como lo es para el ciudadano promedio que saca semanalmente su bolsa de desperdicios y se olvida de ella inmediatamente sin pensar a dónde va a parar o qué impacto tendrá en el planeta.

La historia nos ha demostrado las ideas desesperadas a las que ha llegado la humanidad para darle solución a un problema que es cuestión de prevención, como por ejemplo, no tirar los desperdicios industriales al océano, pensando que sería imposible contaminarlo completamente; pero ya sabemos cómo resultó eso… así que ¿es enviar la basura al sol una idea brillante o descabellada? ¿Qué pasa si tiramos la basura al espacio?

Revisemos, dos puntos:

  • Lanzar un cohete al espacio es sumamente costoso. Poner material en órbita en un transbordador, costaría miles de dólares por kilo y si sólo Estados Unidos produce 208 millones de toneladas métricas de desperdicios por día, imagina cuantos billones de dólares significaría sacar la basura de todo el planeta. En términos económicos, se tendría que gastar miles de veces el producto interno bruto de los países, sólo para lanzar sus desperdicios al espacio, lo cual llevaría al colapso de la economía mundial, eso aún sin contar con los residuos nucleares generados por todos los reactores en operación del mundo.
  • Todos los lanzamientos tienen un margen de probabilidades de fallar aunque se invierta mucho dinero en el proceso para que resulte exitoso ¿Qué pasaría si un cohete con plomo, polvo radiactivo, cadmio, pesticidas, mercurio, tolueno, petróleo, cobre, y metales pesados, se incendiara en el despegue, en la atmósfera o cayera en el océano, como sucedió en marzo de 2011 con el satélite Glory de la NASA? La respuesta es simple, causaría un gran desastre ambiental, quedando todos esos desechos suspendidos en la atmósfera, llenando la tierra de basura radiactiva y causando enfermedades.
    Así que técnicamente más que limpiar, sería intentar trasladar el problema a otra parte, con posibles efectos colaterales desastrosos y con pocas probabilidades de viabilidad económica.

La contaminación es la alteración nociva del estado natural de un ecosistema como consecuencia de la introducción de un agente totalmente ajeno a él, provocando inestabilidad, desorden, daño o malestar en tal ecosistema, así que intentar darle una solución de esta magnitud a un problema que bien puede ser solucionado mediante la prevención, el correcto uso de los botes de reciclaje y la reducción del consumo, no solo es una idea costosa, sino difícil de llevar cabo y hasta peligrosa.

Es sorprendente la cantidad de basura que puede reciclarse para acelerar y liberar significativamente el planeta de desechos; son bien conocidos casos como el de Suecia, país en el que se han alcanzado niveles de reciclaje del 96%, e incluso iniciativas en la que los contaminantes pueden tratarse y separarse para reutilizar sus componentes básicos.

¿Qué pasa si enviamos toda la basura al sol?

En realidad, aunque el proceso de lanzar la basura al espacio para eliminar la contaminación resultase exitoso y no hubiera problemas al salir de la tierra, la basura aún tendría que recorrer un largo camino para llegar hasta el sol. Esto significa que solo se podría enviar desde puntos específicos de la tierra, en horarios diferentes. Un mal cálculo podría dejar un rastro de contaminación espacial cercano a la tierra.

Así que es fundamental dejar de pensar en el problema de la basura mundial como un problema tácito e indiferente en la vida cotidiana, y empezar a reutilizar o reciclar, lo cual sería una mejor idea que enviar la basura al sol o al espacio para deshacerse de desechos que pueden ser tratados y reutilizados.

¡La basura siempre se puede reducir, evitar o reciclar, esa sí es una gran idea!

Vanessa Cardona
Vanessa Cardona
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2 comentarios

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  1. Todo esto está muy bien, has soltado varias parrafadas en favor del reciclaje, pero no has respondido a la pregunta principal.

    «Esto significa que solo se podría enviar desde puntos específicos de la tierra, en horarios diferentes. Un mal cálculo podría dejar un rastro de contaminación espacial cercano a la tierra.»

    Esto desde mi punto de vista no tiene sentido. Si vas a lanzar un cohete con un cargamento de basura que no se puede reciclar, entonces ya tienes todos los cálculos necesarios, independientemente de los horarios o desde donde se lance el cohete. Además, ¿por qué el cohete iba a dejar un rastro de contaminación alrededor de la tierra, si se está alejando de ella? No tiene ningún sentido, y además, añado otra vez que no respondes a la pregunta principal.

    Deberías tomar la costumbre de ir al grano, el reciclaje no es la respuesta a todo.

    Un saludo.