No todas las dietas veganas son saludables

Por Maria José Pareja Rozo

Recientemente, las dietas basadas en alimentos de origen vegetal se han vuelto cada vez más populares. Esto lo podemos observar con el aumento de restaurantes vegetarianos, por la mayor oferta de alternativas veganas en los supermercados, y por la variedad de libros y programas de cocina que incentivan la preparación de alimentos que sustituyan los derivados de animales.

Una concepción popular que existe respecto a las personas que mantienen dietas basadas en granos, frutas y verduras es que tienden a alimentarse de una forma más sana que quienes consumen carnes, lácteos, huevos, y otros productos de origen animal, por lo cual se creería que las personas que evitan los alimentos derivados de animales tendrían una mejor salud y un menor riesgo de presentar problemas como diabetes o enfermedad coronaria.

Sin embargo, una limitación que existe al juzgar una alimentación basada en alimentos de origen vegetal es que se considera que todas las dietas veganas son igual de saludables, sin tener en cuenta que no todas las personas que consumen principalmente alimentos de origen vegetal tienen dietas similares, sino que hay una gran variedad de dietas basadas en plantas.

Algunas personas excluyen los alimentos derivados de los animales de sus dietas por completo, mientras que otras, aunque se alimentan principalmente de granos, frutas y verduras, también consumen pescado, aves y yogur. Por otro lado, algunos productos de origen vegetal, como los granos refinados y las bebidas azucaradas, están asociados con un alto riesgo de enfermedades cardio-metabólicas. Al tener en cuenta esta información, se puede sugerir que no todas las dietas veganas son sanas.

La relación entre las dietas basadas en alimentos de origen vegetal y la salud cardiovascular ha sido de bastante interés para la comunidad cardiológica. Algunos cardiólogos sugieren a pacientes que tienen altos niveles de colesterol en la sangre que intenten una dieta vegana, porque ésta podría reducir esos niveles de colesterol, y ayudarlos a minimizar el riesgo de presentar problemas del corazón y los vasos sanguíneos.

Esta noción se ha fundado en diversos estudios que proponen que el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular es menor en grupos que basan su dieta en el consumo de alimentos de origen vegetal, en contraste con las personas que se alimentan predominantemente de alimentos de origen animal.
Estos estudios, sin embargo, no han sido concluyentes, pues algunos se han realizado con muestras muy pequeñas, que no permiten extrapolar las conclusiones obtenidas para hacer generalizaciones sobre poblaciones más amplias.

Otros estudios han sido basados estrictamente en observaciones empíricas, en los cuales, a pesar de que haya una correlación entre la alimentación vegana de las personas estudiadas y una baja presencia de enfermedades cardiovasculares, no es posible afirmar que la dieta basada en granos, frutas y verduras sea la causa por la cual las personas presentan menores problemas del corazón y los vasos sanguíneos.

Este debate ha estimulado una mayor producción en el corpus investigativo que analiza la relación entre las dietas veganas con el riesgo de enfermedades cardiovasculares, gracias a lo cual recientemente el Journal of the American College of Cardiology publicó un estudio que comparó la aparición de enfermedades cardiovasculares teniendo en cuenta el seguimiento de tres dietas basadas en plantas en tres grupos poblacionales por más de 20 años: el primero abarcó una muestra de 73,710 mujeres, el segundo de 92,329 mujeres, y el tercero de 43,259 hombres.

La primera dieta enfatizaba el consumo de alimentos de origen vegetal, pero sin eliminar completamente los derivados de animales; la segunda dieta consistía en una alimentación basada en granos integrales, frutas, verduras, frutos secos y aceites, que podría considerarse como una dieta vegana saludable; y la tercera incluía el consumo de alimentos de origen vegetal que no están necesariamente asociados con un estilo de vida saludable, como los granos procesados, las papas fritas y bebidas azucaradas.

El propósito de esta investigación era identificar las repercusiones de estas dietas basadas en plantas sobre la salud de los participantes del estudio durante los años de su duración. Al concluirse el estudio, 8,631 de sus participantes habían desarrollado enfermedad coronaria.

Los resultados demostraron que quienes siguieron una dieta principalmente basada en plantas, sin eliminar completamente los productos de origen animal, presentaron bajos niveles de riesgo de enfermedades cardiovasculares, y quienes mantuvieron una dieta vegana saludable, basada en granos integrales, frutas, verduras, frutos secos y aceites, efectivamente presentaron una gran reducción en el riesgo de problemas del corazón y los vasos sanguíneos; en cambio, quienes incluyeron en su alimentación productos veganos poco saludables, como granos procesados, papas y bebidas azucaradas, presentaron un mayor desarrollo de enfermedades cardiovasculares que sus contrapartes.

Hay tres conclusiones que pueden extraerse de este estudio: por un lado, es posible afirmar que no todas las dietas veganas son sanas, pues unas dietas basadas en plantas son mejores que otras, y las personas que decidan alimentarse principalmente de productos de origen vegetal para reducir su riesgo de enfermedades cardiovasculares deben elegir alimentos verdaderamente saludables para lograr tal objetivo.

Las dietas basadas en plantas más sanas incluyen como fuente principal de carbohidratos los granos integrales, dan preferencia a las grasas no saturadas presentes en aceites vegetales, y reconocen la importancia del contenido proteínico de las frutas y verduras. En segundo lugar, hay dietas que, al reducir el consumo de productos de origen animal, sin ser completamente vegetarianas, pueden ser más sanas que dietas veganas de baja calidad; lo más importante es que los productos vegetales que se elijan como base de la dieta sean saludables.

Finalmente, es evidente que existe una gran variación en la calidad nutricional de productos vegetales, por lo cual es fundamental considerar la calidad de los alimentos en las dietas basadas en plantas al tomar decisiones sobre cómo alimentarse para llevar una vida saludable.

Kim Allen Williams, quien fue presidente de la American College of Cardiology entre 2015 y 2016, explica que las dietas basadas en plantas son un continuum y para algunas personas es mejor, en vez de hacer cambios radicales como comenzar a llevar una dieta vegana sin tener un mayor conocimiento de la calidad de la comida que estarán consumiendo, es mejor hacer cambios graduales e informados para alimentarse de una forma más saludable.

Silvio Sanchez Arango
Silvio Sanchez Arango

Fundador y director de Ecosiglos. Me motiva la Libertad, la búsqueda de la verdad y las noticias positivas. No creo que el desarrollo humano y el medio ambiente sean enemigos ni que el mundo esté tan mal como lo pintan.

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Un comentario

  1. La dieta vegetariana, creo que es muy conveniente para prevenir enfermedades coronarias, aunque agregar algo de origen animal una o dos veces al semana a mi, me parece necesario . También hay que analizar el rigen de los vegetales, lavarlas varias veces antes de utilizarlas, por la gran cantidad de herbicidas que usan en distintos lugares, si bien lo hacen para la producción de cereales, parte de ello queda flotando en el aire.

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