La madera: el futuro sostenible de los rascacielos
Sabemos que la madera es el recurso natural más antiguo y con el cual el hombre es capaz de ir renovando las construcciones. Esto, por si solo, no la hace una práctica benéfica con el medio ambiente, pero de hecho, entre los procesos de producción de los principales materiales de construcción, el procesamiento de la madera en los aserraderos es sustancialmente el más bajo en emisiones de bióxido de carbono, comparado con cualquier otro de los materiales más utilizados en la industria de la construcción, tales como el concreto, el acero, el aluminio e incluso el vidrio. También es importante mencionar que al ser un material aislante térmico y acústico, permite disminuir el consumo energético para enfriar o calentar espacios interiores.
Durante miles de años hemos construido en madera todo tipo de viviendas, iglesias, coliseos, fortificaciones, teatros, puentes y torres, y desde entonces, el uso de la madera se limitó a edificios de baja calidad, fabricando con ella estructuras de poco valor arquitectónico y no aquellas artísticas obras que se quedan en ideas, produciéndose una pérdida de conocimientos técnicos por parte de los constructores y arquitectos.
En la actualidad, los arquitectos han recuperado el interés por la madera como material de construcción. Las propuestas estéticas y espaciales, a partir de avances tecnológicos que permiten modificar las soluciones formales y estructurales tradicionales, hacen posible que esta se constituya en uno de los elementos fundamentales para los cambios actuales del manejo del espacio, teniendo en cuenta todos los criterios de valoración de la arquitectura bioclimática, además de considerar aspectos ambientales, productivos, constructivos y de diseño, que permitan tener un buen balance energético global y determinen la búsqueda de soluciones respetuosas que aseguren su adecuación al medio ambiente.
Entre varias de las principales ventajas que ofrece este tipo de material se cuentan la velocidad de construcción, la limpieza de obra y la posibilidad de armar en taller gran parte de los componentes de un edificio, lo que permite reducir los costos por vivienda hasta en un 25%. Sin embargo, la construcción en madera también tiene algunos inconvenientes, como la falta de estabilidad frente a condiciones cambiantes de humedad ambiental y su escasa durabilidad natural. Por lo anterior, desde hace varias décadas, se han desarrollado diversos productos y técnicas que le otorgan mejores cualidades, con los cuales se ha tratado la madera para protegerla frente a las condiciones adversas del clima, con el fin de otorgarle una mayor vida útil, una flexibilidad superior y una gran capacidad de portabilidad, convirtiéndola en un material adecuado para la construcción de elementos curvos, peraltados, articulados o redondos.
Una construcción de gran altura de madera ya no es tabú como lo era antes. Hasta hace poco, solía ser difícil construir edificios de varios pisos de madera y se autorizaba a proyectar más de dos pisos sólo en circunstancias excepcionales. Pero ahora gracias a los avances en tecnología de la construcción y al progreso en la prevención de incendios, las dificultades se han superado y las normas técnicas permiten edificios residenciales de madera, escuelas y oficinas. Esto ofrece nuevas oportunidades para la construcción en madera, y desde el punto de vista de la seguridad contra incendios, algunos expertos ya prefieren la madera sobre el acero, ya que el acero comienza a deformarse a altas temperaturas, mientras que una viga de madera conservará su estabilidad durante un largo tiempo, aun cuando sea atacada por el fuego.
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Tall Wood, vía MGA |
En la actualidad, la mayor parte de la industria de la construcción sigue utilizando arcilla y materiales a base de cemento. Es de destacar que cada vez más, después del protocolo de Kyoto, se aboga por el diseño sustentable utilizando la madera como principal material de construcción para una arquitectura eco-compatible. Esto no es ninguna coincidencia, pues en cuanto a su resistencia, permeabilidad, absorción, biodegradabilidad y reciclaje, ningún otro material es comparable, dadas sus propiedades biológicas y ecológicas. Estas cualidades han permitido que la madera vuelva a recuperar su antigua importancia, pero ahora con una posición privilegiada respecto a otros materiales utilizados tradicionalmente.
¿Podrán nuestras selvas de cemento, convertirse en bosques urbanos con rascacielos de madera? Cambiar el cemento y el acero por la madera es la visión de un grupo de arquitectos con mentalidad ambiental, quienes están planeando construir este tipo de edificios alrededor del mundo.
Para contrastar la percepción de que la madera no es un material duradero ni que es del todo buena para la construcción de rascacielos, Michael Green, uno de los más prominentes arquitectos de talla mundial, fundador de la firma de arquitectos MGA, muestra al público general que la arquitectura genial, o al menos la buena arquitectura, se puede hacer con madera.
¿Qué tanto pueden contribuir las nuevas viviendas al cambio climático si no hay un cambio estructural en la construcción urbana de alta densidad? “los techos verdes y paneles solares son soluciones relativamente menores”, afirma Green. Los rascacielos de madera encierran el dióxido de carbono durante el ciclo de vida de una estructura, mientras que la manufactura del acero y el concreto produce grandes cantidades de CO2. La Agencia Internacional de Energía estima que por cada 10 kilos de cemento que se crea, se producen entre seis y nueve kilos de CO2.
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Big Wood por Michael Charters |
Cortar árboles para hacer rascacielos tampoco suena muy ecológico que digamos, pero si se usa madera de bosques manejados sustentablemente, como los de Europa y Norteamérica, puede ser una práctica más acorde con el medio ambiente.
Si eres un desarrollador de la construcción de un rascacielos, la verdadera pregunta es ¿puede la madera competir con el hormigón y el acero? El verdadero cambio se dio cuando empezamos a pensar en el cambio climático. La construcción de rascacielos con madera puede ser parte de la solución a las demandas que exige el mundo actual con respecto a la sustentabilidad y al crecimiento de las ciudades. Ahora que sus inherentes limitaciones estructurales y ambientales han sido finalmente superadas, estos proyectos muestran cómo la madera ofrece nuevas formas para rescatar la tradición e impulsar la arquitectura hacia el futuro. La madera no sólo se ha hecho más fuerte físicamente, sino que también se ha convertido más fuerte culturalmente, volviéndose un puente entre el origen primordial de la arquitectura y su siguiente fase de desarrollo.
Arquitectos como Michael Charters y Michael Green se han posicionado y han luchado durante muchos años para diseñar y construir rascacielos de más de 6 pisos de altura con el material más ecológico de la tierra: la madera.
El arquitecto Charters ha diseñado recientemente un prototipo de rascacielos de madera a gran escala llamado Big Wood para el concurso de rascacielos eVolo 2013, proponiendo un extenso complejo de uso mixto que tendría una alternativa sostenible a los materiales de construcción convencionales, que son costosos y requieren una gran cantidad de energía para producirse. Por su parte, el arquitecto Green, con más experiencia en el campo de la construcción con madera, diseñó recientemente un rascacielos de 30 plantas (120 metros de altura) “Tall Wood”, el cual, si llegase a construirse, se convertiría en el edificio más alto del mundo construido con este material.
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Stadthaus, vía Waugh Thistleton Architects |
Actualmente uno de los edificios modernos más altos está en Londres y se llama Stadthaus. La estructura diseñada por los arquitectos Andrew Waugh y Anthony Thistleton, con nueve pisos y poco menos de 30 metros de altura, ciento por ciento reciclable, es un buen ejemplo de las posibilidades que ofrece la madera para el diseño y la construcción, un material con el que se pueden concebir proyectos exigentes, económicamente competitivos y desarrollados en muy poco tiempo. Además está considerado como uno de los más eficientes energéticamente de la capital británica. El rascacielos tiene una alta densidad, construido íntegramente en madera: desde los muros y losas, hasta los cubos de elevadores y escaleras.