Como el plástico que desechas puede terminar en tu plato
El plástico es tóxico y contaminante si no se recicla pues está compuesto por moléculas de gas y petróleo, las cuales pueden terminar en tu plato como cena, pero, ¿cómo es posible?
La botella 1 termina en un vertedero que, con el paso del tiempo y en conjunto con el agua de lluvia, genera un líquido tóxico llamado lixiviado, el cual fluye a través de las capas de la tierra, suelo y corrientes de agua subterráneas, envenenado ecosistemas y la vida silvestre.
La botella 2 es arrojada a la calle y acaba en un río que a su vez desemboca en el océano, donde después de andar por un tiempo flotando, se topa con alguno de las varias islas de basura, lugares donde se acumulan gran parte de los desechos que terminan en el mar y que se forman mediante las corrientes marinas. Estos plásticos, que en su mayoría no son biodegradables, se desintegrarán en diminutas partículas, girando eternamente en el océano hasta convertirse en alimento de especies marinas, alimento tóxico que a su vez será parte de la cadena alimenticia y por ende de nuestra comida, llegando a nuestros órganos.
La botella 3 tiene un final más esperanzador: una persona consciente arroja su botella de plástico a un contenedor especial, para que tenga la oportunidad de ser reciclada junto con otras botellas y de esta forma sea reutilizada para fabricar otros objetos.