Una ciudad inteligente es como un organismo vivo que, mediante la comunión de varios factores, permite a sus habitantes una mejor calidad de vida. Estas 12 características de una ciudad inteligente te ayudarán a entenderla un poco mejor.
El aumento de la población debido a la migración desde el campo y otros factores, hacen que el crecimiento de las ciudades no se detenga. Este crecimiento genera desafíos en la forma en que se utilizan, distribuyen y consumen los recursos dentro de ella, lo que hace necesario tomar medidas para procurar su sostenibilidad y así mejorar la vida de los ciudadanos.
Afortunadamente, con la ayuda de la tecnología, la voluntad de los gobiernos y de los mismos ciudadanos, podemos imaginar un futuro en donde el cuidado del medio ambiente y la vida urbana puedan ir de la mano, y así es como nace una Smart City, o Ciudad Inteligente.
¿Qué es una ciudad inteligente?
Una ciudad inteligente, es una ciudad que ha logrado implementar sistemas eficientes de control, manejo, distribución y uso de los recursos energéticos, económicos, sociales y de infraestructura, logrando un equilibrio entre el desarrollo de su población y el medio ambiente.
Su objetivo es, mediante el uso eficiente de la tecnología, crear las condiciones de sostenibilidad necesarias para la vida diaria en la ciudad, permitiendo la participación activa de los ciudadanos en la toma de decisiones y facilitándoles prácticas amigables con el medio ambiente.
Las características de una ciudad inteligente son:
1. Uso eficiente de la tecnología

La incorporación y el uso eficiente de tecnologías permite que los ciudadanos estén plenamente conectados con la ciudad mediante algún dispositivo, el cual brinda al usuario información constante sobre la ciudad.
Ejemplo: Si el usuario es alérgico a alguna sustancia en particular, puede contar con una aplicación en su dispositivo que le recomendará no transitar por sitios donde pueda haber una concentración de dicha sustancia.
2. Amplia red de sensores

El uso de sensores inteligentes en distintos sitios puede permitir desde cosas sencillas como abrir una puerta hasta alertar posibles problemas de seguridad y salud.
Ejemplo: Los contenedores de basura tendrían sensores que avisarían cuándo están llenos para que puedan ser vaciados rápidamente, manteniendo siempre limpia la ciudad.
3. Uso de energía limpia y renovable

Una ciudad inteligente tiene la capacidad de aprovechar eficientemente los recursos de su entorno para su beneficio. La energía eólica, energía solar, geotérmica e hidráulica, entre otras, estarían unidas por una red que no solo se limite a transportarla sino a generarla, conservarla y distribuirla de forma adecuada.
Ejemplo: Se genera electricidad por medio de fuentes renovables en mayor porcentaje que la que se genera por medio de fuentes tradicionales, y esta energía se integra con las vías para movilizar vehículos eléctricos.
4. Consumo de agua eficiente

Una ciudad inteligente facilitaría el uso responsable del agua. Las fugas se controlarían mediante sensores de alerta temprana y automatizada, y el flujo estaría regulado para que llegue a toda la población.
Ejemplo: Los sensores avisarían cuando haya alguna fuga o se esté perdiendo agua en algún sitio. También se detectarían los niveles de humedad, indicando cuando las plantas necesiten ser regadas y lo haría automáticamente, permitiendo que los espacios verdes estén siempre cuidados sin malgastar agua.
5. Manejo sostenible de los residuos

Aunque en la actualidad el manejo de los residuos se podría considerar «eficiente» en la mayoría de ciudades, no suele ser sostenible. Para que lo sea, promover e implantar estrategias de reciclaje y reducción de consumo podrían constituir alternativas viables para incentivar al ciudadano a participar.
Ejemplo: Se podría contar con una tarjeta con la cual los usuarios ganen puntos cada vez que reciclen residuos o se podría incrementar los impuestos a (o incluso prohibir del todo) productos contaminantes como el poliestireno expandido tal como se ha empezado a implementar en varias partes del mundo.
6. Automatización de la seguridad

La incorporación de servicios como redes de videocámaras, iluminación adecuada de zonas comunes, vigilancia y patrullaje recurrente, así como la respuesta rápida a las llamadas de emergencia e incluso la creación de zonas verdes como parques estarían en la lista de las expectativas que deberán cumplir las ciudades inteligentes para mejorar la seguridad.
7. Estabilización de las finanzas
Una ciudad inteligente es independiente económicamente y esta independencia va ligada al desarrollo sostenible, algo que puede ser posible mediante un uso responsable de los ingresos, tales como impuestos, pagos de servicios públicos, impuestos a vehículos y otros bienes, multas a empresas contaminantes, entre otras.
8. Participación ciudadana en las decisiones

La participación de los ciudadanos en los asuntos de la ciudad necesita un diseño cuidadoso de herramientas tecnológicas y cambios legislativos que la permitan. Esto podría revertir la actual apatía hacia los asuntos de carácter político que se observa en muchos países.
Ejemplo: Una aplicación que explique de manera sencilla lo que proponen nuestros representantes y les permita votar leyes y proyectos desde sus dispositivos móviles podría alterar radicalmente la forma en que funciona la democracia.
9. Red de infraestructura social organizada

Las ciudades inteligentes no pueden carecer de los niveles adecuados de infraestructura social tal como escuelas, hospitales, áreas públicas, deportivas y espacios de recreo, lugares comerciales y de entretenimiento, y el uso de la tecnología puede ayudar en la toma de decisiones para construir esta infraestructura.
Ejemplo: La medición del crecimiento de determinado sector de la ciudad sumado al conocimiento del cubrimiento de infraestructura social puede ayudar a determinar que hace falta en ese sector y así corregirlo.
10. Tránsito correctamente estructurado

La intercomunicación en la red del transporte público es fundamental, reduciendo la necesidad del uso de vehículos particulares, así como también el consumo de energía. También se debe proyectar el uso de vehículos eléctricos y vías para bicicletas, incluso eléctricas para reducir la contaminación.
Ejemplo: En una Smart City el usuario puede tomar un bus que lo lleve hasta una estación, tomar allí el metro, y al llegar a la estación de destino puede tomar una bicicleta hasta donde necesite pagando una tarifa única. Además, el transporte publico le sugeriría la mejor ruta para evitar congestionamientos.
11. Decretos respetuosos con el medio ambiente

Minimizar la huella de carbono y el respeto al medio ambiente son acciones fundamentales. En una ciudad inteligente hay parques y espacios abiertos verdes, se mantiene la contaminación al mínimo, se utilizan energías renovables, y se promueve la conservación y el reciclaje.
Ejemplo: Con las redes inteligentes y los sensores, es posible una nueva gestión de la energía, mejorando la calidad del servicio. Pero, sobre todo, se busca hacer partícipe al ciudadano como un elemento más de la ciudad inteligente, por lo que también es fundamental la educación de la población en asuntos como el consumo energético, transito y otros servicios públicos.
12. Información pública en tiempo real
Los dispositivos móviles brindarán información de tránsito y darán recomendaciones sobre qué rutas tomar para evitar embotellamientos. También habrá un sistema que ayudará a encontrar una plaza para aparcar el auto, para evitar estar dando vueltas sin sentido por la ciudad hasta encontrar un sitio.
Por Maria Jose Castillo